Macías

Macías

Por un cabello suelto parte sus blancas venas, en su dulce pecho bronco muestra sus carnosos deseos.

Una mirada tierna tus labios gruesos y tentadores, con carácter frenético partes en dos al día, mujer con cejas caídas con el viento suspendido, en el mar, en la arena, a dos mares, te miro.

A Macías. Musa mía. Sueñas con vivir en palacios con el fin que este noble poeta se divierta contigo, al igual que la música, con versos perdidos.

A Macías. Niña mía. Nacida en esta tierra mágica, persistente, caprichosa y rebelde, tu inocencia no pasa desapercibida entre cálidas líneas, que en ayunas son escritas.

Eres la chica que presiente que ha empezado a ser mujer, la niña de occidente que ha dejado de crecer. Eres el ancla sin remaches en la barca de papel, el agua cuando llueve con baile de claqué.

Como decirte que te marches y escribirte quédate, te convertiste en el aire que mueve donde nadie más puede ver. El hambre de saber, con un sabor que nunca muere, la artista inconformista que me grita quiéreme.

Una buena amiga don distinta perspectiva, un amor infalible que supera expectativas. que, al bajarte las estrellas, tu sonrisa aun me mira, me susurra al oído quédate por el resto de mi vida.

Si algún día me llegases con el alma devastada, recordaras que de esto trata la vida. niña, mujer, musa mía para ello te escribo esta poesía.

#Macías